Macizo Guayanés
Es mucho menos extenso y variado en
cuanto a composición de rocas y formas de
relieve. Las mesetas de areniscas predominan en el interior y su orientación
está influida por diversos dorsos montañosos existentes en esta parte (sudoeste),
que superan en altura a los del macizo brasileño.
El monte Roraima (2 899 m)
marca un hito fronterizo entre Brasil, Guyana y Venezuela, y junto con el monte
de la Neblina (3014 m) constituyen los altos topográficos del macizo. Hacia el
este aparecen las rocas del núcleo antiguo, cuyas formas macizas dominan las
llanuras coste ras que han sido siempre el foco de la actividad humana. Posee
también abundantes riquezas mineras: oro, hierro, bauxita y piedras preciosas
(diamantes).
(El Monte Roraima, Venezuela)
(Salto del Ángel, Venezuela)
Macizo
Brasileño
En él hay que distinguir dos secciones: en
el este, las áreas montañosas o sierras solevantadas por los movimientos del
terciario y las mesetas interiores que resultan de la erosión de la cubierta
sedimentaria.
Las áreas montañosas o sierras: Las sierras
están próximas al litoral atlántico, son más o menos longitudinales
y poseen las mayores alturas (monte Bandeira 2 990 m). Las más representativas
son las sierras de Mantiqueira y del Mar, en los alrededores de Río de Janeiro.
En la vertiente costera presentan grandes abruptos originados por fallas que
alcanzan más de mil metros con respecto a las tierras litorales. Como las
sierras tienen una inclinación general hacia el oeste contribuyen a que los
ríos escurran hacia las llanuras interiores.
(Sierra Mantiqueira, Brasil)
La influencia del clima tropical húmedo se
manifiesta en una intensa erosión química de los granitos y otras rocas
cristalinas, la que genera los famosos panes de azúcar de las sierras atlánticas
y las acumulaciones de material en forma de bolas.
Las mesetas interiores: Son extensas
superficies de erosión, de altitudes moderadas que varían entre 700 y 1200 m.
De cuando en cuando, la planicie es alterada por serranías de arcillas y
cuarcitas llamadas chapadas, que son los restos desmantelados de superficie!
más antiguas. El clima de estas mesetas de interior del macizo se caracteriza
por una larga estación seca que favorece la formación de costras superficiales,
y por una estación de lluvias violentas que erosionan las laderas en múltiples
quebradas. Finalmente, en el sur de macizo existen grandes efusiones de lavas volcánicas
(basaltos) que generan suelos muy fértiles para el cultivo del café (Sao
Paulo).
(Chapada Diamantina o Meseta Diamantina, Brasil)
El macizo brasileño es una región de baja
densidad de población; pero ha sido objeto de ocupaciones relacionadas con los
recursos mineros (oro, diamantes, hierro, manganeso cuarzo), que dieron origen
a diversas ciudades interiores (Curo Preto, Goiana, Bello Horizonte).
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